«Sin título», de Stella Marys Darraidou

Acerca de Stella Marys Darraidou

Donde el sol pega fuerte a la siesta y las noches son más noche sin luz eléctrica. Entre árboles, maizales y gallinas blancas correteando por todos lados. Jugando al fútbol con mis hermanos. Con un caballo y una bicicleta por amigos. Con un abuelo que inventaba historias y creía en utopías. Así crecí en un campo cerca de Canals, Córdoba, donde más tarde terminé mi secundario.
A los dieciséis años vine a Córdoba. Vendí bonos de Apadim, vendí ropa, estudié francés, limpié baños en una oficina, estudié alemán, leí todo lo que pude, fui madre, y me recibí de Profesora de Inglés en la actual Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba.
Tengo dos hermosas familias, una de sangre y otra de amigos.
Trabajo como docente de idioma en una escuela primaria y en otra secundaria.
He leído a algunos clásicos y a los escritores de mi pueblo. Me interesan los poetas y escritores latinoamericanos y también los orientales y nórdicos. De todos aprendo y disfruto.
Amo la poesía y la literatura. Participé en distintos talleres de escritura, estos últimos dos años con Pablo Natale en Casa Trece.

 

 

Deseos de sal
Me atrae como un imán,
su fuerza y su tamaño
me seducen tanto como me asustan.
Impenetrable, profundo,
inmenso y distante.
Lo conocí de niña y nuestro encuentro fue
frío, ventoso y salado.
Olas del sur
salpicando mi cuerpo pequeño
mojando mi pelo corto
y llenando de preguntas
mis ojos de siete años.
Pasión por imaginar ojos
Y abrazos que esperan en la otra orilla.
Colores madera, silencio y tranquilidad
son tus pueblos de pescadores.
Recibir el año vestidos de blanco,
tirándote flores
y pidiéndote deseos
Yemanjá, protectora de los mares.
En una de tus playas
hice un pozo grande
enterré mis miedos
y te pedí que te los lleves lejos.
Te dí la espalda
y regresé una tarde
liviana y mediterránea.

 

Vuelo blanco – un poema pelotudo
Transparente, torrentoso
fresco y crecido río
que fluyes trayendo secretos
de piedras altas
y pájaros solitarios.
Un vuelo blanco de grulla
te cruza rasante
y me deja sin aliento.
Realmente
el que inventó la naturaleza
estuvo en todos los detalles
y acabo de ver pasar
un cienpié en rollers.
Pensaba terminar este poema malo antes.
Pero se me vino encima un colibrí
y se quedó planeando
a cincuenta centímetros de mi cara
y me sostuvo la mirada
antes de seguir.
Ahora sí, lo termino.

 

Sonrisa despareja
Ojos pequeños, vidriosos, transparentes
a través de ellos puede verse
toda una vida de luchar y conseguir
sólo para dar, sólo para compartir
nunca guardarse nada para él.
El pelo canoso y corto,
profundas entradas de la vida.
El sabe por qué no le interesa el dinero,
el sabe muy bien por qué
no guarda nada.
También lo sabe su arrugada piel
en ella pueden leerse varios libros.
Cada surco una vivencia onda.
Cada surco un recuerdo de su paso por el frente.
De las noches largas en la frontera,
ayudando de a uno a que se salven del infierno de las balas.
Sólo quien se salvó de los bombardeos
sabe silenciosamente lo que vale cada cosa.
Sólo quien pudo zafar del olor a carne quemada
disfruta ahora
con una calma sonrisa despareja
esta charla curiosa que tenemos.

 

Un café
Me sigo sentando
amiga
en nuestro café
y sigo esperando
amiga
tu abrazo ancho
y tu mirada buena.
Porque no hay nada
ni nadie
ni siquiera tu estómago enfermo
que pueda opacar
tu luz
en mi mirada.
Porque estás viendo
por mis ojos,
que te los he regalado
lo que te faltaba
de la vida,
amiga
que se te antojó tan corta.

 

El color del tiempo
Corre, corre contra el viento
Dos lágrimas de una tenue lluvia interna le recorren lentamente las mejillas
El pelo se le enmaraña, se enreda, se confunde de a ratos con las ramas finas de los arbustos sobre el sendero
Ella sabe que ese camino se hace una sola vez.
La tarde anterior lo había decidido.
Mochila gris, dos bolsillos a los costados, cierre reforzado.
Llevaría pocas cosas. Sus dos libros sin terminar de leer.
Un par de pilchas. Las fotos del campo.
Sus cartas.
En el bolsillo grande no pensaba poner nada. Ese es para los recuerdos.
Acomodaría primero los de infancia, con su abuelo contándole historias del universo, sobre sus rodillas, en las oscuras noches de campo.
Pegadito a ese, doblaría prolijamente las tardes en que su tía le permitía jugar con sus pinturas y ropa de ciudad, mientras cantaba y tocaba la guitarra.
Definitivamente su tía preferida, de voz grave y pelo largo y suelto.
En el rincón de lo frágil pondría las charlas mantenidas con su padre.
Una voz baja y pocas palabras son para siempre.
Tres o cuatro amigos, sus hijos, hermanos y sobrinos
en el bolsillo que late, del lado izquierdo de la mochila.
Dos o tres amores que aún no sabe si vale la pena guardar,
Esperaron a un costado, hasta último momento.
Ya estaba casi todo listo.
Apretó fuerte los puños.
Llevó los auriculares a sus oídos.
Sonaba Eddie Vedder
Y la mañana tenía el color del tiempo.

 

Globo suelto
Como la playa cuando baja la marea.
como los árboles al terminar el otoño,
Como las aves en noche de tormenta,
Como el niño al que le sueltan la mano en su primer día de clases,
una pileta en invierno
como la primera estrella del atardecer
pez de río en época de sequía
como la sombra, de noche,
un banco de plaza sin un abuelo que se siente,
como sala de cine después del trasnoche,
un globo que se zafó de la mano del niño
como el sol que se cae solo tras los cerros
así me siento yo
cuando termino de leer un libro.

 

Hija de la luna
Sin querer
te encuentro
como dibujada con un lápiz plateado
finita
débil
tímida
luna.
El firmamento te embaraza
y te pones
panzona
y yo
te acompaño cada noche
y te cuido.
Luego
cuando llega el tiempo,
pares,
luna,
te rajas,
luna,
y nacen de ti
millones de estrellas.
mientras yo
pequeña, aquí abajo
te veo
ponerte
nuevamente
en línea.

 

Nosotros, otra vez
Si de algo está lleno este vacío nuestro
es de partículas imperceptibles y punzantes como agujas
que se hunden en la nada y aún así
causan esta sensación de estar vivos
a pesar de nosotros mismos.
Si tuviera que nombrar las cosas que completan este espacio en blanco
empezaría por pintarlo de azul
por correr a su encuentro sin especulaciones.
Dedicaría más tiempo a tratar de descifrar tus ojos de nube gris
y a interpretar tus silencios.
Recorrería los mismos caminos de río, montaña y luna.
Le sumaría una distancia errante de mochila y trenes.
Si tuviera que completar hoy la línea de puntos
me cagaría en todo y en todos
y me bebería de un solo trago la línea del horizonte.

 

Me regalaron alas
Alas celestes
marca Bengoa
de dos ruedas
y miles de kilómetros para recorrer
y mucho viento en la cara.
Alas,
me regalaron aquel verano
cuando pensaron que me regalaban una bicicleta.

 

 

 

 

Acerca de «Sin título»
Hay una canción de Innocence Mission que empieza diciendo “llueva o haga sol, esta calle en la que vivo es de oro”. Es una canción divina y alada, pacífica e inquieta a la vez. También hay varios poemas de Roberta Iannamico en los que ella se va al campo, se retira de todo y escribe con paz y ternura.

Algunas de esas cosas ocurren con estos poemas de Stella Marys Darraidou. Son textos limpios y sencillos, sin trucos, sin ostentar. La naturaleza, los recuerdos, las viejas amistades y las charlas los pueblan en silencio, como aves de paso que se han quedado quietas.

Son poemas y a la vez son cuadros. Podemos mirarlos ocurrir, aparecer verso a verso. Y de pronto sólo somos nosotros y lo que Stella va dibujando: “pensaba terminar este poema malo antes / pero se me vino encima un colibrí / y se quedó planeando / a cincuenta centímetros de mi cara”, leeremos.

6 respuestas to “«Sin título», de Stella Marys Darraidou”

  1. Florcita De Michele 29 diciembre, 2011 a 14:42 #

    Bellos Stellita (la más Stellita de las Estrellas) Es un placer ver tus poemas.

  2. Anna Claudia Luna 29 diciembre, 2011 a 22:34 #

    Es cierto …coincido. Son cuadros : frescos ,naturales ,amables y vivaces como los momentos de la niñez que muestran.!Felicitaciones.

  3. sandra 31 diciembre, 2011 a 12:31 #

    PRECIOSO COMO ESCRIBÍS ME ENCANTA MUCHA MÁS CREATIVIDAD Y BUENAS ONDAS PARA EL 2012
    ME ENCANTA SABER QUE ALGUIEN TAN SENSIBLE COMO VOS PUEDA EXPRESAR SUS SENTIMIENTOS TAN BIÉN
    TE QUIERO MUCHO Y TE DESEO LO MEJOR
    UN GRAN ABRAZO

  4. Stella 4 enero, 2012 a 14:45 #

    Gracias a todos por leer y por sus palabras amables y alentadoras. Las aprecio como un abrazo.

    • haydee ferreyra 21 enero, 2012 a 0:37 #

      Felicitaciones Stella!!! admiro a los escritores y poetas!!!! Seguí adelante y ve x + .Te quiero y admiro. Abrazote.

  5. Jorge Herraiz Martin 21 enero, 2012 a 16:54 #

    y el verso se hizo carne.

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